jueves, 4 de septiembre de 2008

Duele amar, duele amar a alguien y no ser correspondidos. Pero lo que es más doloroso es amar a alguien y nunca encontrar el valor para decirle a esa persona lo que sentís.
Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo. 
Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, por eso piensa siempre con quien decidiste tener al lado para siempre..
Darle a alguien todo tu amor nunca es seguro de que te corresponderán, pero no esperes que te correspondan; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece sé feliz porque creció en el tuyo. Hay cosas que te encantaría oír que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sorda para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón.
Nunca digas adiós si todavía querés tratar, nunca te des por vencida si sentís que podes seguir luchando, nunca le digas a una persona que ya no la amas si no la podes dejar ir, el amor llega a aquel que espera, aquel que aún cree, para al que todavía quiere amar y aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.
No vayas por otro que no sea el que te haga sonreír, el que toma solo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille.

Estos momentos te extraño tanto que quiero sacarte de mis sueños y abrazarte con todas mis fuerzas.

1 comentario:

Nikki dijo...

Que lindo lo que escribiste,y pienso que todo lo que dijiste ahi es completamente cierto.